

Mi nombre es Gisela, mi vínculo con los animales ha sido el eje de mi vida. Desde que tengo uso de razón, me he visto envuelta en el mundo animal, de pequeña rescataba cada bichito necesitado que se cruzaba en mi camino, aunque esto no era fácil. A día de hoy trabajo en una clínica veterinaria.
Un día por casualidad se cruzó (o quizás me crucé yo) un gato exótico de 7 meses el cual necesitaba un hogar; HELIO, él cambió mi mundo, nunca había conocido un ser tan noble y cariñoso. Así que empecé a investigar y estudiar sobre la raza. Y he de admitir que al principio no me llamaba especial atención su aspecto, pero conforme iba descubriendo la raza me fui enamorando cada vez más, no solamente de su carácter, si no también de su morfología.
Luego, pensé en que quería multiplicar esa felicidad que sentía al compartir mi espacio con él.
Así pues, esterilicé a mi gatito, el cual permaneció en casa de compañía y busqué ejemplares que se acercaban más a mi ideal de exótico, además de aportar una mejora en la raza realizando el trabajo adecuado.
Es imprescindible abogar por una cría responsable.
Siento pasión por lo que hago y cuando entrego a uno de mis bebés, un trocito de corazón se va con ellos, pero sé que estoy entregando un pedacito de felicidad... Y es que las fotos, videos y vivencias que nos comparten las nuevas familias no tienen precio.
No cedemos gatos a cualquier persona, miramos mucho que tengan un grado de conciencia alto sobre lo que es la tenencia responsable de un ser vivo y sobre todo empatía.
Somos un criadero registrado en CFA, una de las varias asociaciones felinas internacionales existentes y mundialmente reconocida.
La cría es algo apasionante, pero bien ejecutada y con responsabilidad es muy costosa. No todo el mundo está preparado para ello ya que se invierten sumas incontables de dinero, esfuerzo y tiempo, lo que implica adquirir un compromiso muy serio, dejando intereses a un lado.
Por un lado el tiempo que dedicas a estudiar el pedigrí, que no es sólo un papel acreditativo de raza, te da información de aspectos de salud, morfología y carácter de los ancestros.
Tiempo y dinero que inviertes gustosamente en ir a exposiciones felinas para seguir aprendiendo y ver qué tal encaminado va tu trabajo de selección, aunque nunca se obtengan premios económicos, el reconocimiento es el mayor aliciente a recibir por un trabajo bien hecho.
Tiempo en estudiar sobre enfermedades, nutrición, etología... casi te conviertes en doctor sobre la materia, sin dejar a un lado la formación continuada ( seminarios, cursos...).
"Sacrificas" tiempo con la familia y amigos, vacaciones, noches sin dormir esperando un parto, más noches sin dormir si algún bebé necesita biberones...
Nuestros gatos comparten hogar como uno más de la familia, por lo que adecuamos la casa en función de sus necesidades y disponen de habitaciones propias.
....y es que trabajar duro por algo que amamos, se llama pasión.